Armendáriz Ledezma, Luis Fernando2016-11-252016-11-252016http://hdl.handle.net/20.500.11961/1697Arq. Luis Fernando Armendáriz Ledezma Arquitecto egresado del Instituto Tecnológico de Chihuahua II (2002-2006). Estudiante en el Diplomado en Gestión del Patrimonio Cultural y Conservación de Arquitectura de Tierra en el Instituto Superior de Arquitectura y Diseño de Chihuahua (2008-2009). Conferencista en diferentes ciudades del país. Participante activo en seminarios y talleres del Centro INAH Chihuahua, dedicados a la valoración de técnicas y saberes tradicionales de la arquitectura de tierra, colaborando algunas de veces como ponente; Invitado por la UNESCO Oficina de México, al Taller de Artesanos de Arquitectura de Tierra en América Latina y el Caribe, realizado en Tlaxcala, colaborando en el análisis y estudio de los temas: Técnica, Tradición Oral y Formas de Transmisión del Oficio; Proyectista, director, residente y supervisor en diversas obras de restauración de inmuebles; Productor de videos enfocados en la difusión del patrimonio cultural; En 2011, distinguido por parte del H. Ayuntamiento de Chihuahua, con la medalla “Agustín Melgar”, condecorándolo como Premio Municipal de la Juventud; Desde 2008, Director de los trabajos de restauración de la Quinta Carolina. Actualmente, titular de la Oficina de Patrimonio y Gestión Cultural en el Instituto Chihuahuense de la Cultura.En los tiempos modernos, el vertiginoso ritmo de vida de las ciudades y la acelerada aparición de materiales constructivos cada vez más innovadores y “versátiles”, han sido factores imperantes para que la sociedad atraviese por una profunda transformación cultural que posiciona al patrimonio cultural edificado como un elemento de identidad en constante cambio y en una posición de clara vulnerabilidad. El patrimonio cultural ha dejado de ser estático no solo para los que construyen y planifican la ciudad. La sociedad en si misma empieza a utilizar de manera diferente su entramada traza urbana, más aún, sus centros históricos. Aunque jurídicamente el Estado está facultado y obligado a actuar de manera enérgica en su salvaguarda y conservación, su trabajo comunitario arrastra la ausencia de una política pública clara que permita encontrar los mecanismos más adecuados para la conservación y valoración de los bienes patrimoniales colectivos. En el tratamiento del patrimonio edificado, cada una de las acciones emana de una gestión, la mayor parte de las veces limitada y condicionada. Sin duda alguna, el caso más claro de vulnerabilidad en lo urbano y arquitectónico se encuentra en las intervenciones hechas a los centros históricos de las principales ciudades del estado de Chihuahua, como Juárez, Parral y por supuesto, la capital. La equivocada búsqueda de la modernidad ha ido borrando la fisonomía colonial que tanto los caracterizaba, cambiando la dinámica cultural y el uso de los espacios que habitualmente le daban vida. Sin embargo, ante ese panorama existen algunos casos dignos de estudio donde la participación activa de la gente ha sido una herramienta para valorar aún más las tradiciones constructivas, los elementos de identidad y el valor intangible del legado ancestral de las formas de organización social del pasado. Las experiencias de intervención del patrimonio edificado que se vienen realizando desde hace algunas décadas, la formación de nuevos cuadros más especializados en los temas vinculados a la arquitectura de tierra y la nueva percepción social hacia lo energético, económico y climático, han ido cambiando los hilos de una conciencia social que parece ir retomando al menos el sentido de la preocupación. Esto se manifiesta no sólo en lo construido, sino en la manera en que se da uso a la ciudad y la apertura a nuevas alternativas de movilidad, como la bicicleta y el transporte público. Los retos en la conservación de los centros históricos siguen siendo los mismos, pero contrario a lo que dicta el discurso, las dinámicas culturales y el uso de los espacios, han cambiado. La ponencia aspira a presentar un análisis profundo de los pueblos antiguos de Chihuahua que poco a poco se han convertido en las ciudades más importantes del Estado. Es importante analizar esta transformación desde el punto de vista cultural si se quieren encontrar argumentos y estrategias para preservar las tradiciones constructivas tradicionales. Se abordarán estudios de caso y se analizarán a detalle aspectos socioculturales que enriquecen el vasto patrimonio cultural material del Estado de Chihuahua.spaEl patrimonio cultural edificado en las dinámicas culturales contemporáneasEl patrimonio edificado en las dinamicas contemporaneasVideo