Resumen
En algún punto de su existencia, el hombre ha dirigido su mirada hacia el firmamento. Se asombra de su inmensidad, su belleza y su majestuosidad. En las noches observa las estrellas y trata de darles forma, de encontrarles un significado. Se pregunta “¿Qué hay mas allá?”. Al final, se siente como un infante, incapaz de tocar el cosmos, de alcanzar el Sol, la Luna o las estrellas. Esa sensación de maravilla y esplendor hace que el niño que habita dentro del hombre adulto imagine volar en el espacio. Sueña con alcanzar el universo.